miércoles, 26 de noviembre de 2014

LAS COSAS DE RACHEL por Fátima Ricón Silva, HOY NO ME PUEDO LEVANTAR











HOY NO ME PUEDO LEVANTAR

¡¡¡¡Ay, ay, ay, ay!!!!

Me duele hasta el vello del bigote.

Ayer por la tarde me fui al pintxo-pote. Tenía que curar las penas con una copita de vino y el pintxo de rigor, todo ello por el módico precio de 2 euros. Un dos por uno, bebida y cenada a casa. ¡Eso si llego claro!!!

Tan coqueta, tan coqueta no se puede ser.

Un día lluvioso, lluviosísimo. Unas torrenteras de agua por las calles del pueblo, que parecían los rápidos del río Sella; y yo, Rachel, incapaz de calzarme unas katiuskas, para poder transitar por esas aceras anegadas por el agua, como razonablemente haría cualquier hija de vecina.
¡Noooo! Rachel, es decir, una servidora, se pone de punta en blanco, con unos zapatos de salón con tacón extra largo y con la horma veraniega y abierta.

¡Qué soy una cabezota y una sentimental!

Con la historia del geranio de ayer, decidí ponerme los zapatos rojos que compré en Sevilla en la feria de Abril. Precisamente fue allí donde un moreno guapo me regaló el tiesto y el geranio. Con la planta me vine en el tren desde Sevilla hasta el norte.
Ni el lluvioso tiempo me iba a quitar las ganas de ponerme esos zapatos, ¡inapropiados, incomodísimos y rojos! Y feos, feos, pero es lo que tiene ser una sentimental.... .

Bueno a lo que iba, el agua me llegaba hasta los talones, (y eso es mucho llegar con los pedazo tacones que tienen los zapatones), el pie me bailaba dentro de los zapatos como la canica de un pinball; no pisaba tierra firme; todos los socavones (diría socabrones pero es un chiste muy facil, ¡vaya ya lo he dicho!); se daban todos los elementos idóneos para hacerme daño, ¡¡¡¡y toma castaña!!!!, me he torcido el tobillo y tengo un puñetero esguince, ¡y dueleeeee!

Atchusssss, y "por encima" me he constipado.

¡¡¡¡Ay, ay, ay!!!!

Por cierto: SE REGALAN ZAPATOS ROJOS.



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