¿QUÉ DICES?
Que los recuerdos perduran más tiempo que el amor,
que la memoria antigua es más lúcida que la de hoy,
que hablas a medias y no logro entenderte,
¿qué te hice daño? ..., lo sé.
Y tú callaste ese sufrimiento,
quedó anegado entre el salitre de tus lágrimas,
disuelto en tu silencio inteligente,
en los espacios con agujas que nos desunían.
Y las imágenes de un helado amor,
empezaron a ser cálidas y bellas.
Tú siempre prudente en tu caminar,
sin lanzar flechas envenenadas,
porque te hice daño,
aquél daño que quedó diluido entre nosotros,
hasta disiparse en lo que somos ahora:
tú y yo,
llenos de verdad.
Gracias por cubrir mi destrucción con el tupido velo del amor.
¿Y tú? Tú que lees, ¿sabes callar?
©Fátima Ricón Silva