Presuntamente todo el mundo es flor y nata.
Rumiamos los pétalos de nuestro comportamiento
respirando el polen de las conductas ajenas.
Mientras dejamos caer nuestras esporas en los cabellos extraños.
Quedándonos enredados en los nudos de sus corazones.
Evaporamos el agua oscura de la nada y
asoma una nata gruesa conformada con los errores y
aciertos de los días en que erramos o atinamos.
Nos regocijamos con tácticas bélicas para encontrar a un amigo.
Tiramos de retales y jirones para no quedarnos solos.
Un día somos los reyes y reinas de un territorio hostil y
al siguiente nos convertimos en vasallos del mundo de la felicidad.
Ahora somos la flor y la nata y
después somos unos hierbajos y leche agriada.
No pudiste contar mejor la rueda de la vida, es así, no siempre estamos en el mismo lugar, vamos rodando, rotando, girando, a veces tocan mejores sitios que otros, a veces lugares oscuros, solitarios, desérticos, a veces estamos rodeados de una desértica multitud, y otras acompañados pon un solo abrazo, no sé, es algo que nos pasa a todos y ahí vamos dando vueltas y vueltas a ver qué onda...
ResponderEliminarBesos.