SENTIMIENTOS MALGASTADOS
Sólo queda sentarme a pensarte.
Te has marchado, te has ido de verdad.
Sólo me quedan los vacíos,
los besos que no te di,
el cariño que te robé,
las palabras que se quedaron mudas,
las caricias que se pedieron entre enojos.
Me queda un desierto de tiempo perdido,
fruto de la soberbia, del orgullo, de la ignorancia,
me queda el arrepentimiento por no haber multiplicado las emociones,
me queda el vaso medio vacío.
No pretendo castigarme,
no olvido la belleza de nuestra convivencia,
pero me pesa tanto los sentimientos malgastados
que esta lección póstuma es la gran enseñanza de mi vida.
Te echo de menos.
Sólo queda sentarme y pensarte.
©Fátima Ricón Silva
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