ASOMÁNDOSE A LA LUZ
La cadencia de las luces
resaltando tu figura,
proyectando sombras lánguidas
que iluminan tu piel muda.
Te encierras entre persianas,
opacas la luz del alba,
te cae la noche pura
sobre la arquitectura de tu espalda.
Tu belleza escondida,
sin ardides ni artimañas
se delata en una oscura cárcel
de tul y gasa.
Éxtasis de negros,
grises azulados,
rojos incandescentes
saltan de la luz muerta.
Y todos te aplauden,
obnubilados por tu esplendor
y ven tu dulzura,
reciben tu candor.
© Fátima Ricón Silva.
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