FATIMATÍCES 1
Y el desconsuelo se posó en sus pestañas,
como si fuera un pájaro de negro plumaje,
obligando a que sus párpados se plegasen
y quedando en una absoluta oscuridad,
sin esperanza y lastimándose.
sin esperanza y lastimándose.
Sin embargo de un día para otro,
aquel pájaro negro se tornó blanco y etéreo,
y el dolor se fue disipando,
y pudo abrir sus ojos,
quedando cegada por una esperanzadora luz.
©Fátima Ricón Silva
Muy bonito como siempre Fatima.
ResponderEliminarUn beso.