DISTANCIAS por Fátima Ricón Silva

DISTANCIAS

Los silencios que no atravesamos
 construyen barreras entre nuestras propias vidas y las de otros,

derivándonos hacia una forzada soledad.

Las lágrimas que desperdiciamos

nos alejan del discernimiento,

catapultando la razón cabal al universo.

Los corazones que no tienen dueño

nos atraen por su misterio,

alimentando el deseo de descubrir el enigma escondido en su interior.

Las luces en las distancias,

abonan la imaginación,

edificando reinos fantásticos y soberbios.

Las arenas que no pisamos,

 eliminan el sello de las huellas al caminar,

fugándose las experiencias del existir como los pétalos de una flor marchita bajo el vendaval.

Y volando despiertos

caminaremos hasta dónde nos propongamos, sin límites.
Y llegaremos,

antes o después,

locos o cuerdos,
y sanos y salvos resumiremos las distancias

©Fátima Ricón Silva.

MIRADAS Y MIRADAS por Fátima Ricón Silva

MIRADAS Y MIRADAS

Miradas capitanas.

Miradas ciegas.

Miradas vacías.

Miradas perdidas.

Miradas famosas.

Miradas trashumantes.

Miradas dulces.

Miradas enfermas.

Miradas amantes.

Miradas fitness.

Miradas escondidas.

Miradas curiosas.

Miradas directas.

Miradas abiertas.

Miradas ácidas.

Miradas repugnantes.

Miradas idiotas.

Miradas falsas.

Miradas sonrientes.

Miradas raudas.

Miradas esquivas.

Miradas malignas.

Miradas hipnóticas.

Miradas oscuras.

Miradas fijas.

Miradas peligrosas.

Miradas grabadas.

Miradas políticas.

Miradas eróticas.

Miradas místicas.

Miradas mensaje.

Miradas calladas.

Miradas misteriosas.

Miradas desaparecidas.

Miradas distraídas.

¿Y sigues mirando este catálogo incompleto de miradas?

Añade la tuya.

©Fátima Ricón Silva

PRIMAVERA por Fátima Ricón Silva

PropuestaRecitadaIrónicaManifiestaAnalíticaVolátilEstablecidaRabiosaArtística

©Fátima Ricón Silva

PODRÍA SER por Fátima Ricón Silva

PODRÍA SER

Podría ser yo,

podría ser yo la que está en ese barro,

sin patria ni suelo,

en tierra de ninguno y de todos,

estando presente en las casas pero siendo ignorada,

con frío en el alma y en los pies desnudos que no saben donde posarse.

Podría ser yo,

podría ser yo la que se queda petrificada con el estómago hambriento,

tratada como un ganado apestado,

la piel erizada por el miedo y la incertidumbre,

tosiendo el terror y ahogándome en la flema internacional.

Podría ser yo.

Podría ser yo y podrías ser tú.

Y fueron los nuestros aquellos días de hambrunas y guerras,

y nos acogieron, nos dieron calma y alimento,

y nos reconocieron como seres humanos, naturalmente.

Podría ser yo,

podría ser yo y por eso no puedo desviar la mirada hacía otra parte.

Por ello no puedo vencer la vergüenza y la impotencia,

y aporto mi grano de arena solidario y personal.

©Fátima Ricón Silva

¿ME DAS UN BESO? por Fátima Ricón Silva

¿ME DAS UN BESO?

-¿Me das un beso?

-¿Y cómo lo quieres?

-Uno verdadero.

-¿Es que los hay mentirosos?

-Sí, los que se dan por obligación, los falsos, los recubiertos de amor pero rellenos de amargura, los que se dan al aire porque quieren evitar el roce de la piel, los que dejan mal sabor de alma, los que no son aunque pretenden serlo. Tantos y tantos besos insinceros..... .

-Venga, dame un beso. De los que me gustan. De los que te dejan huella. De los que te queman de pasión. De los que vienen de dentro. Con lengua, sin lengua. Ella y él, él y él, ella y ella. Un beso de colores que me alegre el día y la noche.

-¿Con abrazo?

-Por supuesto, un beso sin abrazo es como un café sin azúcar, como una caravana sin remolque, como una boya en un desierto. Es como un todo pero sin nada.

SSSSSSMMMUUUUUAAAKKKKKK

©Fátima Ricón Silva

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DULCE CORAZÓN PODRIDO por Fátima Ricón SIlva

DULCE CORAZÓN PODRIDO

El lugar era tan inhóspito que incluso impedía soñar.

Te borraba los sueños y los despedía con una amargura reseca.

Había que plantar semillas para que creciesen las ilusiones.

Había que soltar amarras y partir.

Aquellos ojos no sonreían,

aquella boca no besaba,

aquellas manos no acariciaban,

aquel alma no latía.

Y es que el lugar era tan inhóspito que incluso impedía soñar.

Era un dulce corazón podrido.

Un pastel amargo y ácido.

Unas vacaciones malditas.

Un baile sin música.

Una puerta de entrada sin salida.

Un huevo frito para compartir entre ocho.

Una miseria de amor.

Decidí coger el primer tren que pasó,

sin billete,

sin conocer hacia dónde iba,

sin equipaje.

Decidí partir hacia un lugar cálido que no me impidiese soñar.

Y partí, y soñé, y me conocí mejor.

©Fátima Ricón Silva

Prólogo del primer relato de la novela Un fin de... de Fátima Ricón Silva

     

UN FIN DE...

UN FIN DE DÍA ( relato)

Nunca es tiempo de confiar.

 Las sorpresas y sobresaltos de la vida salen con tan solo dar una patada a cualquier argumento en el que has creído o creado con empeño. Hemos de estar preparados para los cambios de rumbo en nuestras vidas.

©Fátima Ricón Silva

                      

Los tres .....

FATIMATÍCES 2 por Fátima Ricón Silva

FATIMATÍCES 2

SI UTILIZAS TU TIEMPO EN BUSCAR LO QUE HAS PERDIDO,

NO TENDRÁS MOMENTOS PARA VALORAR LO QUE TIENES.

©Fátima Ricón Silva

FATIMATÍCES 1 por Fátima Ricón Silva

FATIMATÍCES 1

Y el desconsuelo se posó en sus pestañas, 

como si fuera un pájaro de negro plumaje,

obligando a que sus párpados se plegasen

y quedando en una absoluta oscuridad,
sin esperanza y lastimándose.

Sin embargo de un día para otro,

aquel pájaro negro se tornó blanco y etéreo,

y el dolor se fue disipando,

y pudo abrir sus ojos,

quedando cegada por una esperanzadora luz.

©Fátima Ricón Silva