PENSÉ LO QUE DECÍA
Y lanzaste las frases al aire,
desencadenando una historia cruel,
una leyenda trágica de ideas, volando, perdidas,
que se desplomaron sobre mi corazón.
Y te despreocupabas de la hecatombe creada,
"-no pensaba lo que decía, argüías-",
escupiendo fuego ardiente por esa boca,
disfrazado de ingenuidad,
pero el daño estaba consolidado.
Y dejabas revolotear los malos gestos,
que se posaban en mi tristeza,
aniquilando los restos del naufragio sentimental,
y un día dije:
BASTA.
Y te olvidé bajo las gotas de una lluvia
que me arrebataron las ganas de amarte,
y me acarrearon deseos de olvidarte,
y me devolvieron el rocío de la libertad.
"-No pensaba lo que decía-".
Yo SÍ pensé lo que decía,
y dije lo que pensaba,
y me rescaté como mujer.
©Fátima Ricón Silva