Están de moda, los vampiros, los crepúsculos, las lunas viejas y nuevas, rojas y negras; los lobos silueteados con gotas de sangre en las fauces mientras trasiegan por la noche con ojos vidriosos y espejados; la estética sobrenatural: rostros lechosos y ojerosos con una chispa de vida en los labios rojos, "clavelones"; vestimentas negras y largas que se dejan caer sobre cuerpos delgados y etéreos, capuchas ocultadoras de cabellos húmedos y lacios.
Paisajes nebulosos, oscuros, inciertos e intrigantes.
Amores románticos llenos de mordeduras en las yugulares, de posesiones y usurpaciones, de eternidades e incisivos subdesarrollados.
¡Ponga un vampiro en su vida! ¡Es el momento!
¿El sanitario que me extrae la sangre para una analítica, será un vampiro? ¿Los vehículos médicos que recorren ciudades y pueblos recogiendo donaciones de sangre, serán sucursales encubiertas de los chupadores de sangre? Fuera bromas..... , viendo la masiva afición por la sociedad actual por los temas vampíricos me repito y conviértete en vampiro o vampiresa y lee, lee... o bien visiona, visiona.... temas de vampiros.
Yo quizá empiece algún día, ¿porque no?
Escritora, autora de cuatro novelas publicadas cuyos títulos son: LA GUINDA DEL PASTEL, UN FIN DE..., e HILOS DE MARIONETA, y VALENTINA COMPRA UN SUEÑO. Poetisa liberada.
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