Brilla, está muy bien encerado y lustrado. Posee un par de cojones, ¡ups, léase cordones! largos e inertes. Es complicado anudarlos puesto que son rígidos, inanimados, rudos y carentes de la sensibilidad exigida para regalar a una mujer, a su esposa.
La horma de lujo sobre la que está diseñado tiene un defecto, hace daño en la delicada piel, en el intenso corazón y la valiente inteligencia de la princesa que siempre quiso calzar ese zapato y pasear por un mundo íntimo a grandes zancadas.
Tan sólo te digo amiga que guardes la esperanza, que el dolor que aprieta tu ánimo se torne una simple rozadura que apenas deje huella ni señal.
Un beso
Créate nuevamente, doblemente, tienes esa fuerza. |
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