domingo, 28 de noviembre de 2010

MI PADRE

En el día de hoy hemos recordado de modo manifiesto a mi padre, fallecido hace siete años. Tengo su foto sobada por mis besos, acosada por mis monólogos, por las preguntas que le dirijo. Siento que responde a mis preguntas y que me apoya cuando le solicito algún consejo. ¡Ay!
Ahora celebramos los días que transcurren desde su desaparición, una misa y una comida familiar, con los alimentos que a él le agradaban. Brindamos con cava como él celebraba cualquier acontecimiento.
Sus años de vida, la fecha de su cumpleaños, el 10 de noviembre, se ha convertido en un acto íntimo y personal para mi madre, mi hermano Txema, mi hermana Koro y para mí.
Qué desdichada me siento cuando me doy cuenta de que no está. Sus grandes manos que me acariciaban la mejilla cuando era una niña. Cuando me chinchaba y me hacía rabiar, sacando mi orgullo y logrando que realizara tareas que yo pensaba que no podría llevar a cabo. La cara de felicidad que ponía cuando nos veia conquistar nuestros pequeños triunfos.
Su rostro redondo coronado por unas gafas de montura de metal dorado. Las sienes blanqueadas por la edad. Alto, apuesto, cabezota y orgulloso.
¡Qué pronto te fuiste!
El cancer te dio el pase de salida y te marchaste, sufriendo. No te querías ir, no queríamos que te fueras. Ahora lloro, me ahogo en mi propio llanto. Te echo de menos. Te echamos de menos todos. Las nuevas generaciones familiares te añoran con ternura y afecto.
Por ti, para ti, nuestro amor.

1 comentario :

  1. Qué dolor nos dejan nuestros viejos cuando ya no están, recién acabo de encontrarme con una amiga que perdió a su padre y estaba rota.
    Yo a mi viejo lo perdí hace mucho, pero siempre lo llevo conmigo, está en mi, en mis hijas, en mis hermanos, siempre anda por ahí mi viejo, como va a andar el tuyo.

    Nos queda la felicidad de haber tenido un buen padre, eso es ya algo grande!

    Un abrazo.

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