martes, 8 de septiembre de 2015

SOÑANDO DORMIDA, SOÑANDO DESPIERTA por Fátima Ricón Silva





SOÑANDO DORMIDA, SOÑANDO DESPIERTA

¡Oh! Permanecer soñando para siempre.
Insidiosa conspiración.
Soñar a perpetuidad es como saltar al limbo
y pulular por el universo
sin saber cuando llegarás al destino.

Terminas anhelando que los sueños se volatilicen.
Y ansias regresar a la realidad, cruda o no,
pero verídica y auténtica.
Pellizcos de verdad imprescindibles
para seguir con las raíces asentadas.


Imaginar, 
soñar dormida,
soñar despierta,
dormida o despierta,
lo importante es soñar,
pero a ratos.

Como si de una subasta de utopias se tratara,
ofrecidas al mejor postor,
sueño a la una..., sueño a las dos...,
adjudicado a la señorita rubia de la segunda fila,
y compro una quimera,
despierta o dormida.

Es hermoso soñar a sorbos.
Relamerse con la sonrisa puesta
tras sentir que tus aspiraciones
pueden ser cumplidas
aunque sólo sean soñadas.

©Fátima Ricón Silva



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