domingo, 26 de abril de 2020

LO QUE ME SALE ... por Fátima Ricón Silva

LO QUE ME SALE...
 (Puedes terminar la frase como se te ponga)
Coronavirus, confinamiento, trabajadores esenciales, información sesgada, datos inexactos, mentiras, solidaridad, normalidad futura. Muerte.

Coronavirus: aparece un día en nuestras vidas, surgen docenas de hipótesis de su origen, no tenemos constancia de ninguna confirmada. Seguimos con las dudas y con la esperanza de que se cree una vacuna efectiva y para todos.
Confinamiento: pauta indispensable para matarlo, para reducirlo. Confinamos nuestra libertad de ser nosotros mismos como queramos, nos ponemos el pijama chandalero o el chandal pijamero y hacemos bizcochos, gym casero, nuestro ocio se convierte en una obligación, hacemos los tik-toks más absurdos, ¡Hay que tener humor!, leemos, comemos, nos enfadamos, salimos al balcón y empieza una nueva vida, la de los balcones. Pero todo esto que al principio daba como un poco de gracia termina por hastiarnos. 

Trabajadores esenciales: salimos a trabajar, sin EPIS al principio. Poco a poco nos van proporcionando EPIS, pero ya es tarde, ya hay un elevado número de trabajadores esenciales contagiados.  Y además no hay EPIS que nos protejan de vecinos desconsiderados, clientes desairados, responsables políticos desorientados. Entre unas cosa y otras ... . 

Información sesgada, datos inexactos, mentiras: un carro de despropósitos que no hacen sino confundirnos a todos, a ellos y a nosotros. Se crea una irrealidad tan inmensa que no comprendo el porqué si al final lo que importa son los enfermos y los fallecidos. 

Solidaridad: quedarse en casa para no contagiar ni contagiarte. Miles de listos haciendo el canelo por la calle, ridículos que hacen tres veces al día las compras, que sacan a sus mascotas diez veces al día, o simplemente ni se molestan en disimular y se van a la calle por que sí, hay que ser inconscientes y demostrarlo, ¿No?
¿Qué luego vamos a ser mejores personas? ¿Qué nuestros valores van a crecer y la sociedad va a cambiar? ¡Y una mierda! Seguiremos con el individualismo y el sálvese quien pueda como siempre ha sido. 

Normalidad futura: ¡Qué gran incógnita! ¿De que modo volveremos a la normalidad? ¿Cómo será nuestro día a día? No lo sabemos, será un rodaje que habrá que idear cada día. Unos lo vivirán de un modo, otros de otro, cada uno con sus realidades y sus problemas. Va a ser duro y muy potente. La economía caminando de puntillas, la sanidad precaria, el entorno mundial en la misma situación.
De cada cual y sus circunstancias, su actitud, el lugar donde vive, su familia, sus amigos, su salud, su economía, su status personal y laboral, en definitiva, irá luchando como pueda y le dejen.

Muerte: Pero lo peor de todo es los que se han ido, los que han perdido el tren de la vida por el coranavirus y los desmanes que le acompañan. Los fallecidos, solos que no abandonados, sin el acompañamiento de los que les quieren, eso es terrible. Irte de aquí sin despedirte, sin recibir el calor de los que no quieren que te vayas, sin sentir una caricia, sin poder lanzarles la última sonrisa o el último suspiro. Ellos se llevan mi congoja  y mi pesar.

Vamos viendo... .
©Fátima Ricón Silva

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