RIZANDO EL RIZO
Levantando angustias,
sudando tierno veneno,
tirando mi estima por el suelo,
y rizando el rizo para no llorar.
Haciendo pesas con mis deseos
porque no sé si volverás,
ojazos azules inmensos,
sonrisa de capitán.
Ejercitando el sentimiento,
para afinar el sufrimiento,
con batidos de tormentos
y vitaminas de frialdad.
Desamor pesado que no me dejas avanzar,
me aquietas en un estado
en el que ni siento ni soy nada más
que una gran duda sugerente
o una gran sugerencia incierta.
Y por aquí ando corazón,
en un gimnasio mental,
levantando angustias,
y rizando el rizo para no llorar.
©Fátima Ricón Silva
No hay comentarios :
Publicar un comentario