domingo, 31 de enero de 2016

BIEN AMUEBLADO por Fátima Ricón Silva



BIEN AMUEBLADO

 ¿Es suficiente una cabeza bien amueblada?  ¿Lo sentimental es para fatuos y pusilánimes?
¿Pero qué hacemos con un cerebro privilegiado dotado de coherencia y perfección?
Hay que buscar la proporcionalidad y combinar un corazón bien amueblado y mundano con un cerebro marcado y responsable.
Un corazón pleno de vida es el que realmente mueve un planeta. El que alimenta.

Una mente privilegiada sin corazón es como un aguacate sin su semilla, incompleta y débil, capaz de dominar, capaz de influenciar pero jamás CONQUISTAR.
Brindo por un corazón que muere de amor. Abogo por un cerebro que pretende, entre otras cosas, al amor. Un completo con final...., sí, feliz.

©Fátima Ricón Silva


miércoles, 27 de enero de 2016

PAPEL HIGIÉNICO por Fátima Ricón Silva





PAPEL HIGIÉNICO

Para todo valemos, para todo servimos: para llorar y para que nos lloren; para subir escaleras y bajarlas a trompicones; para recoger sufrimientos y para tirarlos a la basura; para recaudar fondos y para caer en los más bajos fondos; para jodernos la vida y para que nos la jodan; para jugar con las palabras y que las palabras nos la jueguen; para comer sin azúcar y aún así el día sea dulce; para recordar quienes somos y olvidarnos de quienes fuimos; para morir viviendo o para vivir muriendo.  Todos jugamos un papel en la vida y algunos interpretan el del papel higiénico, limpiando las mierdas ajenas.

©Fátima Ricón Silva

lunes, 25 de enero de 2016

¿Y TÚ QUÉ MIRAS? por Fátima Ricón Silva


¿Y TÚ QUÉ MIRAS?

Semi oculta entre tinieblas,
miras, escudriñas, traes y llevas,
como una cámara vigilante
que por el mundo se pasea.

Cotilla infalible que entras por todas las puertas,
hermosa, entera, partida o lucera,
observas atenta,
lo que otros no ven.

©Fátima Ricón Silva

jueves, 21 de enero de 2016

ROZA UNOS LABIOS por Fátima Ricón Silva







ROZA UNOS LABIOS


CIERRA LOS OJOS,

BUSCA UNA BOCA,

BÉSALA,

Y ESOS OJOS SELLADOS BRILLARÁN,

Y TU CORAZÓN SONREIRÁ.

©Fátima Ricón Silva

martes, 19 de enero de 2016

TELA DE MARAÑA por Fátima Ricón Silva


TELA DE MARAÑA

Tejiendo un asunto de difícil solución,
una maraña de relaciones humanas,
hilando un intrincado cruce de caracteres,
dibujando un paisaje cubierto de maleza.

Y los brillos de la complicada situación
me mecen de un lado para otro,
sin saber qué puedo hacer,
dudando que camino tomar,
o que camino abandonar.

Y mientras busco una puerta de salida
y el modo de desprenderme de los pegajosos hilos de araña,
me balanceo en mi mundo interior
y tengo ganas de mandarlos a todos al carajo.

Y son tantas las ganas que ahí los envío.
Rompo los hilos que tanto me ahogan,
y respiro. 

Miro a mi derecha y a mi izquierda,
arriba y abajo,
 miro las palmas de mis manos
y, sí, ahora sí, 
no me siento cautiva de lo ajeno.

©Fátima Ricón Silva


miércoles, 6 de enero de 2016

MIS REYES MAGOS por Fátima Ricón Silva


MIS REYES MAGOS

Os deseo que tengáis lo que deseáis tener,
qué lo que deseáis tener, sea lo que os haga felices,
y lo que os haga felices, sea lo que os ayude a vivir mejor,
y lo que os permita vivir mejor os regale la plenitud personal.

Todos llevamos nuestros reyes magos en nuestro interior.
¿Vamos a hacerlos trabajar con nuetra energía interna?
¡Por supuesto!


©Fátima Ricón Silva

martes, 5 de enero de 2016

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Un voto que te agradeceré.

Atrévete!!!!! Fátima Ricón Silva


Atrévete.

viernes, 1 de enero de 2016

LAS BRASAS DEL AMOR por Fátima Ricón Silva




Se conocieron tan jóvenes que aún los brotes de la primavera estaban verdes y sin descapullar.
Se amaban desde que él pasó su lado y ella absorbió aquel aroma a serenidad que desprendía de su cabello.

Se amaban bajo el agua, en la superficie, se amaban arriba y abajo, de espaldas y de frente, simpáticos y de mala leche, cuando estaban lejos y estaban cerca, cuando llovía y cuando hacia sol, desnudos y vestidos, bajo la ducha y mojados, como nunca habían amado porque estaban hechos el uno para el otro, el otro para el uno.

Y cuando las circunstancias fueron favorables se fueron a compartir desayunos juntos. En un pequeño piso de alquiler que precipitadamente se llenó de cinco renacuajos alegres y complementarios.
Todo iba bien. Él tenia un trabajo de sol a sol en una empresa de nuevas tecnologías y ella trabajaba a media jornada en una cafetería del centro.

Se amaban por encima de todo y de todos.

Sin embargo una tarde calurosa de agosto ella salió temprano del trabajo y pensó en sorprender al hombre que no tenia otra vida que la de ocuparse de ella y sus hijos.
Fue llena de amor a esperarle.
Se sentó en un banco, frente a la puerta de entrada del trabajo de él.
Se entretuvo con el móvil. Wasapeando con amigas y dejando transcurrir el tiempo.
Las cinco de la tarde. La hora.
Se puso nerviosa, porque hacía tanto tiempo que no podía dedicarle unas horas exclusivas a él. Aquél que le amaba sin reservas desde el primer día.

Las cinco. Y esperaba emocionada. Y le vio. Como él era, amable, brillante, limpio, atractivo...., pero asido a la cintura de otra mujer. 
Tuvo tiempo de escurrirse entre los arbustos del jardín y ocultarse tras una acacia moribunda.
Él tocó las nalgas de aquella mujer y la besó en el cuello con una cadencia reconocible. A ella la acariciaba igual.
Tuvo la fortaleza de seguirles durante unos minutos y se veía a sí misma, en sus brazos, entre su sonrisa, recortada por un amor absoluto.
Se amaban pero, ella amaba sin reservas y él amaba con segundas. Bajo el agua y en la superficie, pero era aceite, aceite que flotaba y resbalaba en los muslos de otra mujer, caliente, excitante, abarcando otros pechos, otros labios, otro sexo.

Tuvo que tomar una decisión y aquél amor leal, legal, sincero se destruyó en una pira de fuego alimentada por la infidelidad.
Fue capaz de renacer con sus cinco niños. Abandonó los desayunos juntos, las duchas bajo el mismo agua, y dejó pasar los otoños con dignidad y otros amores que nunca fueron como el primero.

©Fátima Ricón Silva