EL IDIOTA
Venía el calor y se iba el frío
mientras tú me seguías con la boca llena de mentiras
y el corazón duro como el diamante.
Me quitaba el abrigo de la esperanza
para vestirme con un velo de miedo infecto,
¿y te preguntas por qué me fui?
Hay que ser idiota para no ver
y estúpido para no saber.
©Fátima Ricón Silva