MIRADAS INVISIBLES
Una corriente de rabia me recorre la espina dorsal,
me abate y me destroza,
me están robando sentimientos.
No tengo resquicios en mi corazón,
no,
ninguno,
vivo inquebrantable.
Y me enerva.
sentirme abatida y destrozada,
por esas miradas invisibles para otros,
que son como un resfriado traicionero,
que viene, te enferma y se va,
sin decir nada.
©Fátima Ricón Silva