ETÉREA PRESIÓN
Es la hora de valorar que lo que pesa,
pesa hasta donde yo quiera.
Que el peso es etéreo si tengo la capacidad de neutralizarlo.
Hacerlo liviano es mi trabajo,
trabajo que es más fácil conforme voy madurando.
Es la hora de empezar a dejar detrás lo que, en verdad, no quiere venir conmigo.
Es la hora de enseñar, enseñando,
aunque ni el maestro, ni el alumno, seamos conscientes,
debido a la naturalidad del instante.
Es la hora de obviar para ganar felicidad.
©Fátima Ricón Silva