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A mis amigos del,otro lado del mundo

Holaaaa, gracias por leer mis invenciones y pasiones.
Dejad comentarios y preguntas. Os lo agradeceré y colaboráis conmigo a dar vida a mi blog.
Un abrazo.

ME DEBES UN BESO por Fátima Ricón Silva

ME DEBES UN BESO

Deudas de amor,

paseos por la vida,

trechos caminados,

distancias desandadas,

y un beso prometido,

en París.

Un beso escondido bajo las faldas de la torre Eiffel,

un beso lleno de lentitudes,

un precioso beso, pausado, con recorrido, 

un bombón confitado salvaje y completo.

Y llegó Paris pero el beso prometido no,

hubieron muchos besos pero el beso prometido no,

y me quedó un resquicio amargo.

Y yo quiero ese beso.

Me debes un beso, aquel prometido.

©Fátima Ricón Silva

TE QUIERO por Fàtima Ricòn Silva

TE  QUIERO

Te quiero porque eres mi bien y mi mal.

Te quiero porque eres mi carne y mi pescado.

Te quiero porque contigo no hay otra opción.

Te quiero porque enriqueces mi espacio.

Te quiero porque me da la gana.

Te quiero porque tu calor me arropa.

Te quiero porque te necesito.

Te quiero sin darme cuenta.

Te quiero porque quiero tus caricias.

Te quiero aún cuando no te quiero.

Te quiero porque destapas mi timidez.

Te quiero porque me quieres.
Te quiero y tú eres el culpable de ello.

Te quiero.

©Fàtima Ricòn Silva 

¿QUÉ DICES? por Fátima Ricón Silva

¿QUÉ DICES?

Que los recuerdos perduran más tiempo que el amor,

que la memoria antigua es más lúcida que la de hoy,

que hablas a medias y no logro entenderte,

¿qué te hice daño? ..., lo sé.

Y tú callaste ese sufrimiento,

quedó anegado entre el salitre de tus lágrimas,

disuelto en tu silencio inteligente,

en los espacios con agujas que nos desunían.

Y las imágenes de un helado amor,

empezaron a ser cálidas y bellas.

Tú siempre prudente en tu caminar,

sin lanzar flechas envenenadas,

porque te hice daño,

aquél daño que quedó diluido entre nosotros,

hasta disiparse en lo que somos ahora:

tú y yo,

llenos de verdad.

Gracias por cubrir mi destrucción con el tupido velo del amor.

¿Y tú? Tú que lees, ¿sabes callar?

©Fátima Ricón Silva