LLEGÓ ÉL
Y una tarde ventosa llegó él,
y pude olvidar el ayer,
que pereció sacudido por el aire,
y volver a soñar con el mañana,
que revivió sacudido por el aire.
Y ahora me dejo mecer
por una brisa increíble,
por un descanso en el camino,
por un olvido necesario,
por un reencuentro con mi destino.
©Fátima Ricón Silva