viernes, 23 de enero de 2015

LAS COSAS DE RACHEL por Fátima Ricón Silva. RACHEL, RACHEL, RACHEL.( 1ªPARTE)





RACHEL, RACHEL, RACHEL

Es Freda, una de mis trece mejores amigas. Alfreda Turrientes Mostela. Para mí Freda.

Por cierto, ¿es posible tener trece mejores amigas?
Opino que sí, cada una de mis trece mejores amigas me aportan individualmente y en conjunto tantas cosas que no puedo precisar ni concretar en cuatro líneas. Además, entre ellas, algunas también son mejores amigas; obviamente también las hay que no se pueden ni ver.
Y cuando hago las reuniones amistosas, en mi casa o en la cuqui-pastelería, ( cuqui-pastelería cerrada, lógicamente), puede suceder cualquier cosa. Pero como soy muy egoísta no renuncio a convocar a todas, a pesar de los pesares. Y como YO también soy la mejor amiga de todas y cada una de ellas, ellas aceptan mi invitación encantadas. Muchas veces desconociendo que las trece van a reunirse, y el panorama es como un campo de minas que ante cualquier comentario, actitud, gesto, entre las que no congenian, puede estallar una mina a la mínima.

Como iba a contar. Esta noche, tras cerrar la cuqui-pastelería al público, voy a reunir a mis trece mejores amigas para celebrar un party con cupcakes salados y champagnes y cavas.
La razón de tal evento es la presentación en sociedad de mis nuevas creaciones saladas. ¡Cupcakes salados! La novedad culinaria de un próximo futuro.
Según sus valoraciones, que no dudo van a ser sinceras y verdaderas, (¡por eso son mis trece mejores amigas!), tras efectuar una cata, decidiremos entre todas los elegidos para ser ofrecidos en la cuqui-pastelería y también seleccionaremos los cavas y champagnes que maridaran con los delicados bocaditos.

Como no quería cargar de horas a mis empleadas, he pasado todo el día elaborando los bocaditos salados en mi obrador y por la tarde me ha echado una mano Freda.

Y Freda, una de mis trece mejores amigas, ante la inminente reunión de tan diversos elementos, dispares y heterogéneos por algunas facciones y bien avenidos y homogéneos por otras, me ha dicho:

   -Rachel, Rachel, Rachel, no sé como acabaremos esta noche. ¿Recuerdas la última vez? En la que Mireia acusó a Isabella de acostarse con el marido de Sofía, por pura envidia. Y cómo Sofia abofeteó a Mireia por chivata y a Isabella por fulana. E Isabella vertió una cubitera llena de hielos sobre Mireia por soplona, mentirosa y "buscalíos" y, enojada con Sofia por haberse creído tamaña falacia le aseguró que era cierto (sin serlo), que se había tirado a su marido en su propia casa, mientras ella se hallaba en el trabajo.
Luego se subsanó el entuerto entre Isabella y Sofia, pero las relaciones de estas dos con Mireia están en un punto muy crítico.

   -¿Pero como demonios se te ocurre invitar a las tres?

   -¡Ah!, ese es su problema. Qué lo solucionen. Yo me mantengo al margen y me niego a renunciar a ninguna de mis trece mejores amigas. El día de hoy es crucial en la vida de mi negocio y las necesito a todas.

   -¿Has avisado que estaremos todas?

   -..... mmmmmm, pues..., -titubeé-,..... No.

   -Rachel. Rachel, Rachel, qué Dios nos pille confesadas.

   -Anda, anda, derrotista, pásame esas gambas..... .

Esto me pasa por ser una egoísta SENTIMENTAL.





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