domingo, 15 de julio de 2012

FONDO DE ARMARIO

      Soy Marina una estilista de moda que me ocupo y preocupo porque las personas ajusten las corrientes de las pasarelas a su propia personalidad.
Me atiborro de pasearme por las mejores tiendas de Madrid con mis client@s, dibujando modelos y aconsejando colores para que se sientan bien y al mismo tiempo no parezcan payas@s en plena actuación.
L@s más complicad@s, es decir l@s que se empeñan en ponerse todo lo que ven en los escaparates de las tiendas, son las personas que intento que se aprovisionen de un buen fondo de armario para que lo combinen con las últimas tendencias, las extravagantes que no las del buen gusto, de modo que no se dejen caer en las  estridencias dañinas que ofenden al que les mira.

Reflexionando acerca de mi vida sentimental qué es un auténtico fracaso, y haciendo paralelismos con mi profesión, pienso cómo me gustaría el hombre ideal. Precisamente no quiero que me sirva de fondo de armario, es decir que sea duradero, clásico y tradicional;  no lo preciso combinable con cualquier otra  prenda, no necesito que me aguante varias temporadas y utilizarlo como comodín.
Yo quiero un canalla de la última temporada, de usar y tirar, que me altere la adrenalina y otras cosas tan sólo con avistarlo por la calle. Un estilo moderno, actual, fresco, diseñado por la naturaleza de modo esmerado.
Quiero cambiar cada temporada. Un tío nuevo para cada ocasión: para el cóctel que sea elegante y atento, para el trabajo funcional y práctico, para una noche de gala, galante y cariñoso, para ir a las carreras de caballos un gentleman mundano y caballeroso, para ir de compras cómodo y generoso, para un funeral sensible y delicado, para las vacaciones divertido y amoroso..... . Esto se puede conjugar en una sola persona o no.
En definitiva, un hombre que no tenga lugar en mi armario tras rebuscar entre las prendas básicas que descansan en las baldas después de años de uso.
Fuera fondos de armario en cuestión de varones.

Fdo.
         Una loca de la moda masculina.



2 comentarios :

  1. Me gusta. Lo de cambiar de hombre como de vestido me parece enriquecedor... y satisfactorio para el cuerpo.

    Pedro.

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  2. Jajajaja, muchas y muchos, en su fuero interno lo desearían.... lo desamos....., bueno lo dicho.

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