jueves, 28 de junio de 2012

FOTOGRAFÍA DE FOTOGRAFÍAS

El cubo de las maravillas,
me bañaría en las luces de sus cielos,
me dejaría embelesar por los pétalos de sus flores,
permitiría que sus aguas me calmaran el sentido,
los susurros de los árboles me harían compañía.

El edén de los sentidos:
ver los aromas,
tocar las miradas,
sentir el sonido,
oler las palabras,
oír el silencio.

El cubo de los sueños,
dónde todo se tiene pero nada se posee.

BYE,BYE, MIOPIA.

Tras una corta intervención, sin dolor, ligeramente dopada y por ello desprovista de ningún nervio ni ansiedad... he recuperado la visión de lejos.
Bye, bye, miopia, bye, bye, gafas graduadas y welcome nitidez y claridad a mi visión de lejos.


Agur compañeras graduadas, cumplisteis vuestra tarea.
Obviamente no ha sido todo tan cómodo y sencillo, tras la operación unos días de molestias, entre las cuales una de las que me produjo más malestar fue estar más de 24 horas lagrimeando sin cesar. Los párpados se inflamaron como globos, no podía abrir los ojos más que una triste ranura necesaria para echar las gotas. detesté la luz, me encerré en mi habitación a oscuras, el simple movimiento de los músculos del rostro me provocaban lágrimas y más lágrimas. A los cinco días comencé a percibir las ventajas de la operación. Tras innumerables gotas de un montón de variedades de colirios empecé a ver los beneficios del sufrimiento.

Colirios y más colirios.....
Con un enfermero de un valor incalculable, que entre gotitas y besitos me ha endulzado la recuperación, contaros que esto va viento en popa y a toda vela y, que estoy descubriendo otro mundo porque una servidora se negaba a utilizar las gafas en todo momento, sólo para conducir y ver la tele.... , bueno en verano con las gafas de sol graduadas como que veía más. A partir de ahora si no saludo es o por que me he despistado, o por que no me apetece y decido ser antipática jajajaja, pero no porque no te haya visto, jajajaja.
Tras unas semanas estaré plenamente repuesta. Ya sólo me aplico dos tipos de colirios y en un mes sólo será uno. Eso sí, actualmente no puedo correr ( osea que si me roban el bolso les tengo que dejar marchar sin oponer resistencia ni seguirles....), ni pasear en bicicleta ( no es sacrificio pues no practico ), ni hacer sobre esfuerzos, ni actividades que puedan favorecer que se introduzca algo en mis ojos, y siempre que salgo a la calle debo protegerme con las gafas de sol.
Me despido de la miopia, agur, y ongi etorri a la nueva calidad de vida mejorada.

jueves, 21 de junio de 2012

MÁS OSCURO QUE LA PROPIA OSCURIDAD por Fátima Ricón Silva


MÁS OSCURO QUE LA PROPIA OSCURIDAD



El sonido de los truenos mecía su inquieto sueño
que con el hondo crepitar
de las sonoras gotas de vida
acunaba una nueva tranquilidad.

Aspirar ese aire oscuro, lúgubre y ácido
animaba su cuerpo inerte,
que estaba tan muerto y árido
que se hallaba frotando las manos la muerte.

Escondidos los sueños, ocultos tras la maleza,
esperando alerta una señal,
un ápice de esperanza para levantarse y
comenzar a estirar de nuevo las piernas,
a recuperar la conciencia,
a unir la irrealidad invasora con la realidad defensora y vencer.

Volverás con música de truenos y fanfarrias.
Volverás a mostrarnos tu sonrisa.
Volverás a regalarnos tu mirada.
Volverás de ese penoso viaje.
Volverás.
Sí, volverás.

miércoles, 6 de junio de 2012

RUINA por Fátima Ricón Silva



                                                                         RUINA


Un sudor amargo discurre por mis entrañas,
lacerando, con lujuria, con engaños, mi frágil melancolía
por creerte, por obedecer las sucias palabras que
un día escupió tu tierna lengua.

Lobo con piel de cordero que me acosa desde el centro de una diana,
y me hace sentir como la manecilla larga de un reloj,
persiguiendo una historia a la que nunca pondré un final
porque no llego a ninguna parte,
caminando y comiendo golosinas sin sustancia.

Sobrealimentada de malas vibraciones y
anoréxica de comprensión,
me abandono a las ondas de un mar muerto,
resbalando entre la sal hasta el fondo,
muy hondo, muy hondo,
perfilando un entierro pasajero
en el que nadie me llorará, nadie me velará,
ningún alma me llevará flores ni rezará los recuerdos
que dejé legados para quien los quisiera heredar.

Testamento de desencuentros, de falsas calumnias,
de noches de insomnio y corales negros,
sucesos aciagos y malos tiempos.

Nefasto y calamitoso patrimonio
ausente de vida que me llevo,
muy hondo, muy hondo,
a mi lado.