domingo, 5 de febrero de 2012

ORDIZIA Y ALREDEDORES CON UN MANTO DE NIEVE.

El viernes 3 de febrero a las 6.30 horas mi marido me acompañó a la estación de tren para que yo acudiera al trabajo (cualquiera osaba salir de nuestro garaje por la resbalosa rampa ascendente). Tras un gélido beso de despedida, (aclaración: gélido por el frío que hacía), el valiente esposo tomó la cámara de fotos y se fue hacia el monte dirección Lazkaomendi. Disfrutó del silencio de la nieve, de la luz del amanecer cuyos destellos se multiplicaban al toparse con la lámina espejada de la nieve, se llenó de frescura con ese aire límpido y abierto que penetraba en sus pulmones. Se plasmó en su cara una gran sonrisa cuando me narraba todo el plácido paseo.
Las fotos son originales de José Ramón Sebastián y su buen saber hacer.






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